domingo, 26 de octubre de 2025

Confesión – Los Tiempos Son Malos

Mensaje de Nuestro Señor y Dios Jesús Cristo a la Hermana Beghe en Bélgica el 25 de octubre de 2025

Mis queridos,

Os amo, ¿lo sabéis? ¿Cuán profundo es este Amor? Os amo con una Intensidad desconocida para vosotros, con una Bondad desconocida para vosotros, con una Ternura desconocida para vosotros. Mi amor por vosotros es el de Dios, inimaginable, desconocido porque es divino. Todo lo que es divino en lo Desconocido para vosotros, todo lo que incluso es humano, no se os conoce en absoluto.

Cuando vuestro confesor os pide reflexionar sobre vuestros defectos, respondéis sí, pero a menudo no los veis, no los entendéis, no lucháis contra ellos. Son tan parte de vosotros que os resultan familiares y si vuestras personas queridas los ven, vosotros no los véis, no los oís, no los comprendéis.

¿Qué es un defecto, lo opuesto a una cualidad? Pues bien, no es lo opuesto de una cualidad, de una virtud, sino su ausencia. Para combatir un defecto, debéis practicar la cualidad ausente. La fealdad es la ausencia de belleza, la avaricia es la ausencia de generosidad, el orgullo es la ausencia de humildad. Las cualidades y virtudes ausentes sacan inevitablemente a relucir el defecto, que no es su opuesto sino su ausencia. Un hombre malvado es un hombre que carece de bondad, un avaro carece de templanza, un brutal carece de dulzura.

Mirad, Mis hijos, examinad vuestra conciencia buscando ocasiones en las que hayáis faltado a la virtud, cuando habéis podido hacer mejor las cosas y notaréis vuestros defectos, vuestros pecados. Buscad la perfección en vuestros pensamientos y acciones y practicaréis naturalmente la virtud. Las virtudes os son comunicadas por vuestro ángel de la guarda, que os acerca a Dios y os guía con dulzura y delicadeza en el camino hacia la gracia y el Paraíso. Cuando respondáis torpemente a alguien, os acusaréis interiormente y diréis para vosotros mismos: "Debería haber respondido así; eso habría sido más sabio". O decís para vosotros mismos: "Necesito estudiar esta cuestión porque no la conozco". Lo mismo ocurre con vuestros defectos, que son incompetencia, carencias e ausencias.

Al tener en cuenta este enfoque, podréis hacer mejores exámenes de conciencia y mejores confesiones. Después de la confesión viene la penitencia, que es un acto de reparación, al igual que un ladrón hace reparación por su robo devolviendo el objeto robado. Finalmente, la oración de reparación es la petición de perdón a quien ha sido ofendido. Por supuesto, una buena persona perdonará una vez convencida de la buena fe del ladrón y habiendo recibido reparación por lo que le fue robado; será indulgente y misericordiosa.

Y para Mí, Dios, veo vuestros esfuerzos o vuestra falta de ellos, veo todo, vuestras buenas o menos buenas intenciones, vuestras buenas o menos buenas resoluciones, pueden ser sinceras o menos sinceras pero siempre débiles; lo sé todo. Conozco toda vuestra incapacidad para analizaros a vosotros mismos. Conozco todas vuestras debilidades, pero soy Infinitamente Bueno y hasta un poquito de sinceridad es suficiente para mover Mi infinita Misericordia.

Hijos míos, queridos hijos míos, practicad las bellas virtudes que os abren el Cielo; con esta práctica combatiréis vuestros defectos. No penséis en vuestros defectos ni los busquéis, sino pensad en las virtudes y practicad mantenerlas, y tomaréis el camino de la santidad, el camino necesario para alcanzar el Cielo, en compañía de Dios, vuestro Creador, vuestro Padre, y Jesús Cristo, a quien conocisteis por haberlo visto entre vosotros sobre la tierra y del cual nadie, absolutamente nadie, pudo encontrar defecto.

Hijos míos, los tiempos son malos, muy malos. El pecado está en todas partes. La ignorancia de los hijos de los hombres es grande, y cuanto más lejos están de Dios, más esclavos del diablo se vuelven. Cuando la virtud falta, el vicio está presente. Cuando Dios falta, el mal está presente: el diablo, Satanás, Lucifer.

Este espíritu del mal es feroz; tiene todos los vicios, promueve todas las abominaciones y comete toda clase de injusticias. ¿Sabéis qué será de un mundo sometido al Príncipe de la Mentira?

El mal, la inmoralidad, la degradación, la pobreza, los conflictos, la guerra... ¿Por qué no pueden encontrar solución a sus desacuerdos los dirigentes de las naciones actuales? Porque quieren ser líderes seculares de países seculares. No quieren a Dios y, en consecuencia, la ausencia de Dios lleva inevitablemente a la presencia del Espíritu del Mal, Lucifer.

No hace falta ser adivino para entenderlo, saber que un conflicto, una disputa, solo puede agravarse mientras se elimina el espíritu de apaciguamiento y armonía del escenario. Vuestros países han eliminado a Dios; marcharán hacia todo lo que causará su ruina porque están en manos de demonios.

Queridos hijos míos, aún creéis en Mí, exhibís Mi Arma de Salvación, el crucifijo, en vuestros hogares y lleváis vuestras cuentas del rosario con vosotros. Orad y no ceséis de orar para que vuestras plegarias, fuertes y numerosas, suban al Cielo y vuestra fe y vuestra cruzada de oraciones extingan el fuego que se propaga por la tierra. Mi catedral dedicada a Mi Madre en la ciudad de París escapó estrechamente de caer bajo las llamas del diablo. De igual manera, orad para que vuestros países no caigan bajo las llamas de la guerra, el odio y la escasez.

Satanás no os ama; no es vuestro aliado, a nadie ama ni es aliado de nadie: solo desea destrucción, ruina y pérdida. Orad, queridos hijos míos, la hora es grave, muy grave. Yo permanezco con aquellos que oran por Mí y venceré. Soy siempre Victorioso, pero no sin vuestras oraciones, sin vuestros sacrificios, sin vuestra devoción.

Os amo. Amadme apasionadamente como os amo apasionadamente a vosotros. Os veo a todos en Mi Hogar Eterno: el Cielo, la Felicidad para Siempre!

Os bendigo, mis amados hijos, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo †. Así sea.

Vuestro Señor y vuestro Dios

Fuente: ➥ SrBeghe.blog